sábado, 10 de marzo de 2012

En Tiempos de Reyes

En época de reyes seguiste tu corazón.
Inteligente y hermosa maduraste entre momentos de penumbra y de gloria, quizás te pudo cubrir su capa que portaba con orgullo, y la espada quizás no pudiste levantar, pero en tiempos de reyes la corona no fue lo suficiente grande para reinar tu legado, supiste esperar. Y te hiciste acompañar por la palabra de aquel que todo lo sabe y aun así, a pesar de la grandeza que representabas en vida terrenal, te arrodillaste ante él y llorando le imploraste paciencia; cuando tu primer amor fallecido te partió el corazón, y valiente como una reina combatiste contra la muerte y saliste vencedora como un guerrero al librar batallas eternas.

La incógnita que te trajo aquel febrero después de su marcha fúnebre pudo haber llenado tu camino de obscuridad, pero tu fe y seguridad no dejaron tu camino de alumbrar. Y serena ante testigos aguantaste como el árbol azotado por el caluroso sol, solo contando a tu padre tu desdichado destino, qué sería cambiado de imprevisto,o por obra de tu dios .
Lo conociste muy joven tu ante el siempre fuiste mayor mas los años eran vanos cuando tu visión siempre se empeño opacándolo, más tu humilda relinchaba como potro y nunca se dejo domar.

El te pedía un retońo y tú se lo quisiste dar, él cegado por un sirio pero solo una rosa pudiste entregar. Después de muchos intentos por quererle hacerle feliz el siempre desdichado sus ojos volteo al horizonte y en otros ojos, quiso encontrar lo que según él en ti carecía. En época de reyes encabezaste un batalla crucial ante el amor más grande de tu vida peleando contra tu rey te proclamaste vencedora, mientras en murmullos se podía escuchar el grito de la gente que te amaba.
El enfurecido sabiéndose inferior ante ti mi gran señora, utilizo la fuerza, la ira lo aconsejo y con el odio en pensamientos su matrimonio anulo, destituyendo creencias que corrían por sus venas. Antigua religión que callaba la gente en su boca mientras escondian el rosario en su muñeca. Cambió todo aquello que conociste y quizás cansada de pelear te recostaste en la agonía y te sumergió la obscuridad.

En tiempos de reyes supiste ganar batallas sin matar a un solo hombre, supiste dar amor y no entregaste odio, al contrario siempre la misericordia le pedias de su mano, en época de reyes esto fue tu vida mi reina y fiel señora.








No hay comentarios:

Publicar un comentario